lunes, 20 de mayo de 2013

Trabajando desde casa con bebé, parte 2


La segunda prueba de trabajar desde casa cuidando del bebé tampoco funcionó bien. Conocí a una persona maravillosa, un propietario de empresa de servicios informáticos. Él mismo me propuse trabajar desde casa, dando me incluso una máxima flexibilidad del horario.
Mis responsabilidades incluyeron de desarrollar páginas web y de dar el soporte técnico de los clientes actuales de la empresa, incluso la actualización de sus páginas web. En un principio, era todo lo que he hecho hasta ahora, así que lo acepté casi sin pensarlo. En este momento el bebé tenía 2 meses y todavía dormía mucho. Yo esperaba, que podría trabajar en las horas de su descanso.
La primera semana era un infierno. mientras los clientes llamaban por teléfono, el bebé se despertaba y empezaba a llorar. Tuvo que salir de la habitación para poder hablar, pero en este tiempo ella se ponía más y más nerviosa. Después de unos 5 minutos hablando por teléfono, me tocaba tranquilizarla casi una hora. Y claro, con esto no podía solucionar en el momento los problemas de que había hablado por teléfono, y los clientes no estaban nada contentos.
En las próximas semanas las cosas no cambiaron mucho. Yo dejé de hacer las cosas en la casa, solamente estaba concentrada en cuidar al bebé y hacer lo más posible del trabajo para la empresa. Nada de comida para nosotros, casi nada de limpieza, ni de otras tareas domesticas. Mi pareja no me dí nada, pero le notaba poco satisfecho. 
Así, en el mismo momento empeorando todo lo que tocaba, me puse más y más nerviosa y menos y menos productiva. Los tres meses de mi contrato no aportaron nada de satisfacción ni a mi, ni en mi casa, ni al empresario que me ofreció esta oportunidad.